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¿Es ÚTIL AHORRAR para "el DÍA de MAÑANA"?


Desde pequeños nuestros padres nos intentan convencer de que no tenemos que gastarnos todo el dinero que tenemos si no que debemos AHORRAR para más adelante.


En este post os explicaré por qué eso que nuestros padres nos decían NO NOS VALE PARA UN LARGO PLAZO y cómo lo podemos SOLUCIONAR.





Debemos tener en cuenta tanto la INFLACIÓN como el INTERÉS COMPUESTO pero, ¿qué son esos términos?



LA INFLACIÓN


Es el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios existentes en el mercado. En otras palabras, con el paso del tiempo LOS PRODUCTOS VALEN MÁS.


Debido a la INFLACIÓN nuestro dinero pierde VALOR.

A pesar de que, a priori, es un inconveniente para nosotros, ya que cada vez necesitaremos más dinero para comprar los mismos productos, una inflación controlada es un indicador de crecimiento económico en el país.




¿NOS AFECTA EN ESPAÑA? ¿CÓMO PODEMOS PROTEGERNOS DE ELLA?


Para responder a esta pregunta utilizaremos la calculadora de rentas del Instituto Nacional de Estadística (INE) en la que podemos observar que si calculamos la equivalencia de una renta de 10.000 € hace 30 años a día de hoy, nos encontramos con el resultado de 20.740 € por lo que podemos afirmar que el costo de vida en España ha aumentado en un 107,4 %, o lo que es lo mismo, se ha duplicado en 30 años.


Haciendo unos sencillos cálculos, si los precios han crecido un 107,4 % en 30 años podemos pensar que esto da un aumento de precios anual de un 3,58 %. Pero la realidad es bien distinta, ya que el verdadero aumento de precios ha sido de un 2,46 % de media anual. ¿Cómo puede ser esto cierto? Aquí es donde entra en juego el INTERÉS COMPUESTO:


  • En el PRIMER AÑO, los precios suben un 2,46 %. Por tanto, si tenemos un coche que vale 10.000 €, al año siguiente necesitaremos 10.246 € para comprar el mismo coche.


  • En el SEGUNDO AÑO, ya no tenemos un coche que vale 10.000 € si no que el coche ahora vale 10.246 €. Por tanto, si aumenta un 2,46 % sobre ese precio, el coche en el inicio del tercer año valdrá 10.498,05 €. Observamos como del primer año al segundo el precio se incrementa en 246 €, pero del segundo al tercero se incrementa 252,05 €.

El precio AUMENTA progresivamente año tras año debido al INTERÉS COMPUESTO.

A modo de simplificación:

  • Año 1 10.000 €.

  • Año 2 10.000 € + 2,46 % = 10.246 €. El precio HA AUMENTADO 246 €.

  • Año 3 10.246 € + 2,46 % = 10.498,05 €. El precio HA AUMENTADO 251,05 €.


Si siguiéramos calculando año tras año cuánto aumenta el precio del coche, veríamos como el precio se va incrementando hasta llegar al último año donde se incrementa en 497,75 €. En los años iniciales el precio se va incrementando poco a poco hasta llegar a los años finales donde el crecimiento es mucho mayor.


De esta manera, una persona que simplemente quisiera AHORRAR para su JUBILACIÓN y decidiera GUARDAR TODO EL DINERO que gana debajo del colchón, se encontraría con la sorpresa de que a los 30 años puede comprar la mitad de cosas que en un principio.


Entonces, ¿cuál es la solución? Pues en una palabra, INVERTIR. Si hace 30 años esos 10.000 € en lugar de guardarlos debajo del colchón, hubiésemos logrado obtener una rentabilidad del 2,46 % anual (la misma que el aumento de precios) a día de hoy podríamos seguir comprando los mismos productos que en aquella época y no hubiéramos perdido poder adquisitivo.


Con esto podemos deducir que el interés compuesto no solo nos afecta negativamente con la inflación si no que tambíen podemos usarlo a nuestro favor si invertimos a largo plazo y no retiramos la rentabilidad periódicamente.



EL INTERÉS COMPUESTO


Imaginemos que volvemos 30 años atrás y decimos INVERTIR esos 10.000 € en el S&P 500 (un índice que engloba a las 500 mejores empresas que cotizan en la bolsa de Nueva York). Este índice tiene una rentabilidad media anual de un 8,26 % desde 1927 hasta 2020, a pesar de haber sufrido importantes crisis como el Crack bursátil de 1929, la segunda guerra mundial y la más reciente crisis financiera de 2008, por lo que obtendremos muy buena rentabilidad.


Durante estos últimos 30 años, la rentabilidad ha sido un poco mayor del 8,48 % por lo que si hubiésemos invertido esos 10.000 €, lograríamos haber convertido esos 10.000 € en nada más y nada menos que 115.058 €.


En cambio, si retiráramos las ganancias anualmente siempre volveríamos a obtener la misma rentabilidad, lo que supone que al cabo de 30 años nuestros 10.000€ solo serían 35.440 €. A esto se le conoce como INTERÉS SIMPLE.


Pero ¿cuál es el principal problema? ¿por qué si es tan fácil no lo hace todo el mundo? Pues bien, las respuestas a estas preguntas son:

  1. No todo el mundo tiene esa PACIENCIA.

  2. Invertir en bolsa a largo plazo requiere sangre fría para NO RETIRAR LA INVERSIÓN EN LOS MALOS MOMENTOS. Debido a la tecnología hoy en día tenemos la opción de comprar y vender a un solo clic, hecho que puede jugar en nuestra contra si nos invade el pánico al vivir una crisis.

Si RETIRAMOS los beneficios o parte de ellos, el INTERÉS COMPUESTO se verá afectado NEGATIVAMENTE.

Cuando realizamos una inversión como la anteriormente mencionada a un largo plazo y en un índice con una rentabilidad histórica tan buena como lo es el S&P 500, no tenemos que dejarnos llevar por el miedo en medio de las crisis sino que debemos APROVECHAR ESA CRISIS para VOLVER A INVERTIR en el índice con unos precios mucho más baratos que antes.



CONCLUSIÓN


Podemos afirmar que LO MÁS INTELIGENTE no es simplemente ahorrar para nuestro futuro si no que tenemos que INVERTIR para librarnos de que la inflación se coma nuestros ahorros y para aprovechar, a nuestra conveniencia, el interés compuesto.


No obstante, te ACONSEJO que antes de empezar a invertir te pongas en contacto con un profesional cualificado que te asesore en función de tus circunstancias sobre todas las opciones disponibles



FUENTES CONSULTADAS




 
 
 

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